Fertilidad, plan familiar y la mujer moderna: el poder de decisión de miles de mujeres mexicanas

La rápida expansión de la educación y el aumento del empleo femenino ofrecen oportunidades laborales ejecutivas, lo cual provoca que algunas mujeres consideren retrasar la maternidad a una edad más avanzada.

Estas tendencias han ido acompañadas de un rápido cambio en los valores familiares, el retroceso del matrimonio, el aumento del divorcio y una mayor tolerancia a la falta voluntaria de hijos, por ejemplo.1La maternidad es vista como una experiencia que ocurre después de lograr un desarrollo profesional, como viajar por el mundo, obtener independencia económica y/o tener una pareja estable. Sin embargo, esto hace que las mujeres se enfrenten otro reto: el planear su maternidad sin arriesgar su salud reproductiva, cuando se acercan al final de la edad fértil.1,2

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estimó en 2019 que 34.3 millones de mujeres mexicanas se encuentran en edad fértil, es decir, entre los 15 y 49 años de edad, aproximadamente, lo que representa el 53.1% de la población femenina total.

El temor de Brenda al “reloj biológico”

Desde que era pequeña, Brenda soñó con tener hijos, dos para ser exactos; siempre lo repetía en las fiestas, donde le preguntaban sobre lo que quería ser de grande. Ella respondía que iba a ser nutrióloga y mamá de dos niñas.4

Al terminar la universidad, Brenda se enfocó en su profesión. Con el paso del tiempo logró ser una exitosa nutrióloga con su propia clínica en uno de los hospitales más reconocidos de la Ciudad de México.

El éxito en su carrera vino acompañado de una dificultad para encontrar pareja, pues sus horarios de trabajo eran extensos y su vida se había reducido a acudir al hospital durante 6 días a la semana, durante prácticamente todo el día.

Así llegó a los 37 años y descubrió que, aunque había postergado los planes de la maternidad y se encontraba sin pareja, era momento de planear una estrategia para que antes de los 45 años fuera madre, aunque ahora solo de un bebé y ya no le importaba si sería niño o niña.

Si de algo estaba segura Brenda es que quería un hijo, con o sin pareja. Pero la gran pregunta era: ¿cómo y qué procedimiento seguir? Brenda representa el caso de miles de mujeres en México y la falta de información para tomar la mejor decisión.

Congelamiento de óvulos, una tendencia al alza

Las investigaciones sobre las intenciones de fecundidad indican que un número cada vez mayor de mujeres y hombres desean tener hijos después de los 35 años.

Este problema es más pertinente para las mujeres con educación terciaria que tienen más que perder, en términos de su carrera laboral, ingresos y estatus social al convertirse en madres y, por lo tanto, posponen la maternidad más que sus contrapartes con menor educación.

Es así que, procedimientos médicos como el congelamiento de óvulos, han ganado popularidad a nivel mundial, lo cual permite a las mujeres contar con una planeación de su maternidad sin que la edad sea un factor que obstaculice sus metas.

Solo el 58% de las mujeres saben qué es la reproducción asistida y, de este porcentaje, el 70% considera que es muy costoso, por lo que debería solo utilizarse en casos especiales. Sin embargo, el 97% de las mujeres refiere que sí utilizaría técnicas de reproducción asistida si tuvieran la posibilidad de hacerlo.

En Estados Unidos, durante el 2009, solo 475 mujeres congelaron sus óvulos, según la Sociedad de Tecnología de Reproducción Asistida. Para 2018, menos de diez años después, 13,275 mujeres los congelaron, mostrando un incremento del 2,695%.

En España, el congelamiento de óvulos aumentó 142% en los últimos nueve años, de acuerdo con la Sociedad Española de Fertilidad.

El congelamiento de óvulos no es la única solución para planear la maternidad, pues actualmente la tecnología ha avanzado de tal forma en que hay más opciones para que las mujeres puedan ser madres a la edad que lo deseen.

Pero siempre se requiere de un acompañamiento estrecho por el médico especialista, así como asesoría que guíe a la mujer a elegir el proceso que más le convenga durante la planeación de su maternidad.7

Una de las opciones sobre esta asesoría y guía es Plan M, que acompaña el proyecto de vida de cada mujer con información sobre salud sexual y reproductiva, fertilidad, desarrollo profesional y balance de vida personal-laboral.

A través de su sitio web (https://planm.com), Plan M ofrece a las mujeres la oportunidad de contar con información a través de expertos o de experiencias de terceros, para consolidar su proyecto de vida, incluyendo sus intereses sobre la maternidad.

Plan M, una comunidad que desde su lanzamiento en 2020 en Colombia y que cuenta hoy con 20,000 afiliados, se enfoca a mujeres de cualquier edad y sus parejas, en caso de tenerlas, sin importar si desean vivir o no la maternidad en el corto, mediano o largo plazo.

Es así que, esta comunidad ofrece a las mujeres información para que se “empoderen” sobre su reloj biológico y conozcan sobre las técnicas de reproducción asistida y planeación de la fertilidad, para que cuenten con herramientas que les permitan alinear sus sueños personales y profesionales.9

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