Adrián Olvera Alvarado, alto funcionario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y exdirector de la Empresa Subsidiaria (EPS) Generación V, ha sido señalado por trabajadores de la institución que lo acusan de generar un entorno laboral abusivo, marcado por acoso y prácticas de presión psicológica.
Las denuncias en su contra, que datan de hace al menos cuatro años, han revelado un ambiente tóxico que ha afectado gravemente la salud y el bienestar de las empleadas. A pesar ello Olvera fue nombrado recientemente como Coordinador de Asesores de la Dirección General por la nueva directora, Emilia Esther Calleja.
Lo anterior ha sido criticado no solo por la gravedad de las denuncias, sino por lo que muchos consideran una falta de respuesta ante los problemas estructurales dentro de la institución.
Una de las trabajadoras afectadas, quien presentó una queja formal en 2020, relata cómo las condiciones en su área de trabajo se volvieron insostenibles. En su carta de renuncia, describa haber sufrido constantes agresiones por parte de Olvera que afectarán tanto su salud física como mental. “No tuve otra opción que dejar la CFE debido al acoso que experimenté. No podía seguir soportando ese ambiente”, afirma la extrabajadora.
Fuera de la CFE Olvera también ha estado involucrado en incidentes como una riña en una posada de la empresa en 2023, lo que ha levantado más cuestionamientos sobre su conducta. Sin embargo, estos episodios no han impedido su ascenso en la organización.
Además de las acusaciones de acoso, también ha sido criticado por nepotismo. Durante su gestión en la EPS Generación V, otorgó un cargo clave al esposo de Emilia Calleja, actual directora de la CFE, con un salario considerable, a pesar de que no cumplía con los requisitos necesarios para el puesto. Este hecho ha alimentado la percepción de favoritismo y corrupción en los procesos internos de la
Ante este panorama, colectivos feministas como “Ola Azul” han exigido justicia para las trabajadoras afectadas y un cambio profundo en las políticas internas de la CFE. En manifestaciones recientes, señalaron a Olvera como uno de los responsables del clima de abuso y llamaron a la administración a tomar acciones concretas para garantizar un entorno laboral libre de violencia.
Por su parte, Emilia Esther Calleja, directora de la CFE también ha sido acusada de permitir prácticas laborales abusivas en diversas áreas, y documentos presentados ante la Secretaría de la Función Pública y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en julio pasado señalan que ella y otros altos funcionarios crearon ambientes de trabajo que incluso pusieron en riesgo la vida de una empleada embarazada.