La suspensión de Lionel Messi por el París Saint-Germain parece rubricar el decepcionante paso del astro argentino por la capital francesa, donde durante dos temporadas ha brillado de forma intermitente, llegando incluso a ser pitado por el público del Parque de los Príncipes.
La decisión tomada el martes por el club de suspender al argentino “varios días” por un viaje no autorizado a Arabia Saudita marca probablemente el final de su historia con el PSG. ¿Se volverá a ver a Messi en un partido de la Ligue 1 francesa, una vez la ruptura parece a día de hoy consumada?
Durante el tiempo de ese procedimiento disciplinario, el siete veces Balón de Oro, que se perdió el entrenamiento del lunes sin el aval de la dirección, “no puede entrenar, no puede jugar y no cobrará” su salario, según una fuente conocedora del dosier. Varios medios afirman que la suspensión es por dos semanas, una duración que el club prefirió no confirmar este miércoles.
En Argentina, la prensa recibió la sanción con relativa sorpresa y cierto escepticismo.
El diario Olé la estima “demasiado fuerte (…) porque se trata del mejor del mundo, de conducta ejemplar en su carrera, en la selección, en el Barcelona y ahora en el PSG”.
Por su parte, Clarín señala que el viaje a Arabia Saudita fue “la gota que rebasó el vaso de la discordia, que se fue llenando con distintos tópicos desde que Messi llegó en 2021 al PSG” y lamenta que ahora el jugador parezca dirigirse a la salida del club por “la puerta de atrás”.
Los hinchas del PSG, en particular sus ultras, están especialmente molestos tras la última derrota ante el Lorient (3-1). Protestaron el lunes en el centro de entrenamiento del club, el Camp des Loges, y este miércoles hubo centenares de aficionados, incluyendo también a los ultras, que acudieron a mostrar su enfado frente a la sede del club en Boulougne-Billancourt.
“¡Estamos hartos de mercenarios!”, “¡Hay que echar a Messi!”, “¡Hay que echar a Nasser (Al Khelaifi, el presidente del club)!” o “¡Dirección, dimisión!” fueron algunos de los gritos más escuchados. Incluso un grupo de hinchas vestidos de negro acudió luego a manifestarse frente a la casa de Neymar -actualmente lesionado- en Bougival, según vídeos difundidos en Twitter.
– Larga resaca mundialista –
Idolatrado en Argentina después del título en Doha, el jugador, que cumplirá 36 años en junio, ha mostrado una cara diferente en París.
Según se iban sucediendo los pobres resultados deportivos del PSG esta temporada, el jugador parecía cada vez menos implicado en el juego del equipo, caminando sobre el césped, falto de intensidad. Ni siquiera sus chispazos de genio eclipsaron esa tendencia a ojos de la afición.
Con Messi, el PSG parecía destinado a dar al fin un paso adelante en la Liga de Campeones. Sin embargo, el club cayó en dos ocasiones seguidas en octavos de final.
Desde su regreso del Mundial, el PSG fue eliminado en Champions, y en Copa de Francia ante el Olympique de Marsella, y sufrió decepcionantes derrotas en la liga francesa contra Rennes, Lyon o Lorient.
Esos malos resultados han coincidido con el peor momento de juego de Messi: ha disparado menos a puerta, con peor puntería, y ha tocado menos balones, sobre todo en las inmediaciones del área.
Antes del Mundial, Messi sumaba 12 goles y 14 pases de gol en 19 partidos. Actualmente, en la fecha 33 registra 15 goles y 15 pases decisivos.
Aun así la superestrella deparó buenos momentos, aunque contados, con el PSG, como su gol contra el Manchester City en 2021 o su gol de libre directo en el último segundo contra el Lille el 19 de febrero (4-3), en un partido en que más allá de su destello final tampoco fue protagonista. Un buen resumen de su genio intermitente en la capital francesa.
– ¿Rendimiento deportivo o comercial? –
La temporada pasada no fue mejor y así lo atestiguan los resultados del equipo: el club parisino ganó la liga francesa, pero se despidió en octavos de la Champions y de la Copa de Francia.
Desde un punto de vista más político y de marketing, la aventura de Leo Messi en el PSG ha resultado más rentable para la imagen del club en el extranjero, especialmente en Asia.
La llegada de la estrella argentina atrajo a numerosos nuevos patrocinadores. Su imagen de marca generó operaciones lucrativas para el club, que tomó aún una mayor visibilidad a nivel mundial.
Las ventas de camisetas, los contratos publicitarios, los ingresos mediáticos y la subida de los precios de las entradas al Parque de los Príncipes han multiplicado los ingresos del PSG. ¿Pero se trata de una cuestión financiera o deportiva? Los últimos acontecimientos hacen pensar que los dirigentes cataríes priorizan esta última sobre la primera.