EU presume la destrucción de nueve presuntas embarcaciones del narcotráfico en los últimos dos meses

En menos de dos meses, el presidente Donald Trump y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirman que el Ejército de Estados Unidos abatió a por lo menos 37 personas en nueve ataques contra embarcaciones presuntamente utilizadas para el tráfico de drogas en el mar Caribe y el océano Pacífico.

El mandatario ha justificado los ataques al calificarlos como una escalada necesaria para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Asegura que su país se encuentra en un “conflicto armado” con los cárteles del narcotráfico, basándose en la misma autoridad legal que utilizó el gobierno del expresidente George W. Bush para declarar su guerra al terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Sin embargo, a medida que aumenta el número de ataques, también se ha intensificado un debate en el Congreso sobre los límites del poder presidencial.

Las ofensivas han ocurrido sin ninguna investigación legal ni una declaración de guerra tradicional del Congreso, y algunos legisladores han planteado preguntas sobre la falta de pruebas contundentes para justificar las muertes.

Mientras tanto, un inusual aumento de la presencia naval frente a Sudamérica ha avivado temores de una invasión en Venezuela y especulaciones de que Trump podría intentar derrocar al presidente Nicolás Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos.

Esta es una cronología de las acciones militares de Estados Unidos y las preocupaciones entre algunos legisladores:

20 de enero.- Trump firma una orden ejecutiva en su primer día de regreso en la Casa Blanca, la cual allana el camino para que las organizaciones criminales y los cárteles del narcotráfico sean nombrados “organizaciones terroristas extranjeras”. Entre ellas está el Tren de Aragua, una pandilla venezolana.

La comunidad de inteligencia de Estados Unidos ha puesto en duda la afirmación central de Trump de que el gobierno de Maduro trabaja con el Tren de Aragua y orquesta el tráfico de drogas y la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

20 de febrero.- El gobierno de Trump designa formalmente a ocho organizaciones criminales latinoamericanas como organizaciones terroristas extranjeras.

La etiqueta normalmente se reserva para grupos como Al Qaeda o el Estado Islámico, los cuales utilizan la violencia con fines políticos, y no para redes criminales enfocadas en el lucro.

19 de agosto.- Autoridades de Estados Unidos confirman que el Ejército desplegó tres destructores Aegis armados con misiles guiados hacia las aguas frente a Venezuela como parte del esfuerzo de Trump para combatir las amenazas de los cárteles latinoamericanos.

La presencia naval en el Caribe aumentó en unas cuantas semanas para incluir tres barcos de asalto anfibio y otros dos buques de la Marina estadounidense, con alrededor de 6 mil marinos e infantes de marina en total.

Los barcos de asalto anfibio cuentan distintas aeronaves a bordo, y Estados Unidos desplegó aviones de combate F-35 a Puerto Rico en septiembre.

Un submarino de la Marina también opera frente a Sudamérica y es capaz de transportar y lanzar misiles de crucero.

2 de septiembre.- Estados Unidos lleva a cabo su primer ataque contra lo que, según Trump, era una embarcación que transportaba drogas que partió de Venezuela y era operada por el Tren de Aragua.

El republicano afirma que 11 personas murieron y publica un breve video de una pequeña embarcación que parece explotar en llamas. El material no muestra grandes o claras cantidades de drogas dentro del bote.

10 de septiembre.- En una carta enviada a la Casa Blanca, el senador por Virginia, Tim Kaine, y otra veintena de senadores demócratas señalan que el gobierno de Trump no ha proporcionado “ninguna justificación legal legítima” para el ataque.

El senador por Rhode Island, Jack Reed, el principal demócrata de la Comisión de Servicios Armados del Senado, pronuncia esa semana un discurso ante el pleno en el que afirma que el Ejército de Estados Unidos no está “autorizado para cazar a presuntos criminales y matarlos sin un juicio”.

11 de septiembre.- En Venezuela, el ministro del Interior Diosdado Cabello acusa al gobierno de Estados Unidos de asesinato, al tiempo que cuestiona cómo las personas a bordo de la embarcación objetivo estaban vinculadas al grupo delictivo.

“¿Y cómo identificaron que eran del Tren de Aragua? ¿Tendrían un chip, un código QR, y (los miembros del Ejército estadounidense) lo leyeron desde arriba, en la oscuridad?”, preguntó Cabello. “El imperialismo confesó que asesinó a 11 personas”.

15 de septiembre.- El Ejército de Estados Unidos lleva a cabo su segundo ataque contra otro barco que, presuntamente, transportaba drogas, abatiendo a tres personas.

Cuando se le preguntó qué pruebas tiene Estados Unidos de que la embarcación transportaba drogas, Trump dijo a los periodistas: “Tenemos pruebas. Todo lo que tienes que hacer es mirar la carga que estaba esparcida por todo el océano: grandes bolsas de cocaína y fentanilo por todas partes”.

19 de septiembre.- Trump dice que el Ejército estadounidense llevó a cabo un tercer ataque fatal contra una presunta embarcación de tráfico de drogas. El mandatario dice que en el ataque murieron tres personas y que la inteligencia “confirmó que la embarcación traficaba narcóticos ilícitos”.

Varios senadores y grupos defensores de los derechos humanos siguen cuestionando la legalidad de los ataques, describiéndolos como un posible abuso de la autoridad del Poder Ejecutivo.

2 de octubre.- Trump declara a los cárteles del narcotráfico como combatientes ilegales y dice que Estados Unidos está ahora en un “conflicto armado” con ellos, según un memorando del gobierno de Trump al que The Associated Press tuvo acceso.

El memorando parece representar una afirmación extraordinaria de los poderes presidenciales de guerra en los que Trump prácticamente declara que el tráfico de drogas hacia Estados Unidos equivale a un conflicto armado que requiere del uso de la fuerza militar.

El memorando generó críticas de algunos legisladores, entre ellos, el senador republicano de Kentucky, Rand Paul. Señaló que sólo el Congreso tiene la autoridad para declarar la guerra y caracterizó el memorando como “una forma de fingir que” la administración está notificando a los legisladores con una justificación para los ataques.

3 de octubre.- Hegseth informa que ordenó un cuarto ataque a un pequeño bote al que acusa de transportar drogas en aguas frente a Venezuela. Dice que en el ataque murieron cuatro hombres, pero no ofrece detalles sobre quiénes eran o a qué grupo pertenecían.

Trump dice en su propia red social que el bote estaba “cargado con suficientes drogas para matar a entre 25 Y 50 mil personas” e insinuó que estaba “entrando en territorio estadounidense”, cuando, en realidad, estaba frente a la costa de Venezuela.

8 de octubre.- Los republicanos del Senado votan en contra de una iniciativa que habría exigido que el presidente solicite la autorización del Congreso antes de realizar más ataques militares contra los cárteles.

La votación se dividió principalmente a lo largo de líneas partidistas, 48-51, en la que dos republicanos, Paul y la senadora Lisa Murkowski, por Alaska, votaron a favor mientras que el senador demócrata por Pensilvania, John Fetterman, votó en contra.

14 de octubre.- Trump anuncia el quinto ataque contra un pequeño bote que presuntamente transportaba drogas, diciendo que murieron seis personas. El mandatario dice que “la inteligencia” confirmó que la embarcación traficaba narcóticos, estaba asociada con “redes de narcoterrorismo” e navegaba sobre una conocida ruta de narcotráfico.

15 de octubre.- Trump confirma que autorizó a la CIA llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela y dice que sopesa la posibilidad de realizar operaciones terrestres en el país.

El presidente dice que el gobierno onsidera más ataques en la región. Se niega a decir si la CIA tiene autoridad para tomar medidas contra Maduro.

16 de octubre.- El almirante de la Marina que supervisa las operaciones militares en la región afirma que se retirará en diciembre.

El almirante Alvin Holsey se convirtió en el líder del Comando Sur de Estados Unidos apenas en noviembre pasado, supervisando un área que abarca el mar Caribe y las aguas frente a Sudamérica. Este tipo de asignaciones generalmente duran entre tres y cuatro años.

Trump dice que Estados Unidos atacó una sexta embarcación que presuntamente transportaba drogas en el Caribe, matando a dos personas y dejando a dos sobrevivientes que estaban en el semisumergible.

El presidente afirma más tarde que los sobrevivientes serían enviados a Ecuador y Colombia, sus países de origen, “para su detención y enjuiciamiento”. El organismo de repatriación evitó responder preguntas sobre cuál habría sido su estatus legal en el sistema de justicia de Estados Unidos.

17 de octubre.- El Ejército de Estados Unidos ataca una séptima embarcación que, según Hegseth, transportaba “cantidades considerables de narcóticos” y estaba asociada con un grupo rebelde colombiano, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Afirma que en el ataque murieron los tres “terroristas” a bordo.

Cuando Hegseth anuncia el ataque, el 19 de octubre, no proporciona ninguna evidencia que respalde sus afirmaciones, pero comparte un breve video de un bote envuelto en llamas.

20 de octubre.- El representante Adam Smith, un demócrata de alto rango en la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, pide una audiencia sobre los ataques a las embarcaciones.

“Nunca, en mis más de 20 años en la Comisión, recuerdo haber visto a un comandante combatiente dejar su puesto tan temprano y en medio de tal agitación”, dijo Smith en un comunicado sobre la inminente partida de Holsey. “Tampoco he visto nunca una falta tan asombrosa de transparencia por parte de un gobierno y del departamento para informar de manera sustancial al Congreso sobre el uso de la fuerza militar letal”.

21 de octubre.- Un equipo de expertos independientes, comisionado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, criticó las “acciones encubiertas y amenazas” que Estados Unidos utiliza contra Venezuela, afirmando que los ataques se llevan a cabo sin una base legal adecuada.

“Estas acciones también violan las obligaciones internacionales fundamentales de no intervenir en los asuntos internos ni amenazar con el uso de la fuerza armada a otro país”, dijeron los expertos en un comunicado. “Estas medidas son una escalada extremadamente peligrosa con graves implicaciones para la paz y la seguridad en la región del Caribe”.

El comunicado señaló que los expertos han transmitido sus preocupaciones a funcionarios estadounidenses.

Ese mismo día, Hegseth anuncia que el Ejército lanzó su octavo ataque contra una presunta embarcación que transportaba drogas, matando a dos personas en las aguas del océano Pacífico oriental.

El ataque marca una expansión del área de ataque militar en las aguas de Sudamérica, así como un cambio hacia Colombia, el mayor productor de cocaína del mundo.

22 de octubre.- Hegseth informó de un noveno ataque, una vez más en el Pacífico frente a las costas de Sudamérica, asegurando que tres hombres fueron abatidos. Publicó un video en redes sociales en el que se puede ver una embarcación en movimiento, una explosión, y luego llamas y humo saliendo del bote. Las imágenes se cortan a lo que parecen ser varios paquetes flotando en el agua.

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