En la comunidad de Juandhó, en Tetepango, Hidalgo una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) desencadenó un vertido de combustible, generando preocupación entre los residentes locales.
Durante la noche, la comunidad fue alarmada por el escape de combustible, lo que llevó a la evacuación de alrededor de decenas de familias, mientras se intentaba contener la situación.
La respuesta inicial de los pobladores fue de indignación, quienes retuvieron al personal de Pemex y la Guardia Nacional, para exigir medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los ductos y prevenir futuros incidentes.
En un tono de acusación, señalaron a las autoridades de todos los niveles de gobierno de ser cómplices de las actividades ilegales de extracción de combustible, lo que, según ellos, explicaría la falta de acción para combatir este delito.
El equipo de Pemex trabajó para contener el derrame y luego procedió a la limpieza del área afectada, culminando con la retirada de la toma clandestina y el sellado del ducto.
Con la situación bajo control y tras descartarse cualquier peligro para la población, los residentes permitieron la retirada del personal de Pemex y las fuerzas de seguridad, regresando a sus hogares después de un episodio tenso y preocupante.