La titular de la Secretaría de Economía (SE), Raquel Buenrostro, señaló que en caso de que Estados Unidos decida imponer aranceles a la industria nacional del acero, México se verá obligado a responder de manera similar. Esta acción podría tener repercusiones en las empresas y sus cadenas de valor.
Buenrostro afirmó en una conferencia que, desde un punto de vista jurídico, corresponde a México establecer aranceles en ciertos productos estadounidenses para equilibrar el impacto.
Sin embargo, destacó que esta reciprocidad no sería beneficiosa para ninguna de las dos naciones.
La funcionaria argumentó que las acusaciones sobre una presunta triangulación en la venta de acero de México a Estados Unidos son resultado de presiones políticas, particularmente en el contexto de las elecciones presidenciales estadounidenses.
Según Buenrostro, estas presiones aumentarán a medida que se acerque el proceso electoral en noviembre.
A mediados de febrero, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) acusó a México de falta de transparencia en la comercialización de acero desde terceros países hacia territorio estadounidense.
La situación actual genera un ambiente de incertidumbre en la relación comercial entre ambos países.