Enormes grietas de hasta 50 metros de profundidad aparecieron en campos de cultivo de San Salvador Atenco, Estado de México, por el desbordamiento del Río Papalotla.
Más de 150 hectáreas de cultivos de frijol, maíz y forraje sufrieron daños tras la inundación que provocó el colapso del bordo del río. Los agricultores encontraron fisuras de hasta 100 metros de largo, una vez que el agua retrocedió.
Las grietas están cerca de las viviendas en la comunidad de Amaral y de la autopista Peñón-Pirámides, por lo que los habitantes exigen ser reubicados o que se les garantice su seguridad, ante el temor de que se formen socavones o que las fisuras se extiendan.
Ante esta situación, la comunidad solicitó apoyo municipal para encontrar una solución inmediata.
Por su parte, Protección Civil y Gestión Integral de Riesgo del Edomex, encabezada por Adrián Hernández, junto con funcionarios de Infraestructura Hidráulica de la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM), inspeccionaron la zona afectada.
El objetivo es implementar medidas preventivas para evitar que el agua se desplace hacia la autopista y proteger las viviendas.
Las causas de estas grietas en Atenco apuntan a problemas relacionados con el tipo de suelo, el clima y la inundación.
El proceso de formación de grietas profundas es propiciado en terrenos con suelos arcillosos, con alta capacidad de contracción y expansión, así como suelos con bajo contenido de materia orgánica, climas secos y semiáridos, con ciclos de inundación ó sequía.