Diseñadoras y activistas protestaron este sábado en Guadalajara contra la moda rápida o ‘fast fashion’ con una jornada de reparación y reciclaje de prendas como parte de la ‘Fashion Revolution Week’ que se realiza del 17 al 24 de abril en varios países de Latinoamérica.
La protesta fue distinta a otras manifestaciones públicas porque las bordadoras buscaron concientizar sobre la contaminación que genera la producción de ropa y su rápido desuso mientras estaban sentadas, con hilo y aguja en mano para embellecer trozos de tela usada, dijo a EFE la diseñadora Karla Ochoa.
«¿Qué hay detrás de esa prenda? Si este tipo de eventos sirven para que la gente se empiece a hacer esas preguntas, genial. Si sirve que a nosotros, como diseñadores, se nos prenda el foco (la cabeza) y veamos otro tipo de materiales con los que podemos crear, está bien. Hacer esto aporta muchísima información», explicó.
Con una semana de talleres, conferencias y actividades públicas, la organización Fashion Revolution, surgida en 2014, pretende informar a las personas sobre las huellas de contaminación de su ropa, además de enseñarles a reutilizar materiales para darles una nueva vida a sus prendas.
«La moda es la industria más contaminante del planeta. Sí, eso es real, pero es por nuestra forma de consumir textiles y eso tiene que ver en nuestra cultura, y eso puede cambiar», comentó la diseñadora y activista.
Realizar una jornada de reparación de ropa tiene una utilidad práctica y es una manera de mostrar que una prenda puede tener una segunda vida, afirmó la diseñadora Dora Moro.
«La idea es tener esta estación para que las personas vengan a remendar su ropa. Por ejemplo, si hay una pieza rota o manchada, (se trata de) intervenirla con parches de tela y con bordado», indicó.
Las activistas criticaron a la industria de la ‘fast fashion’ o moda rápida que incentiva a las personas a comprar prendas a bajo costo que serán obsoletas en poco tiempo y que son contaminantes tanto en su producción, como en su distribución y al momento de desecharse.
La producción de ropa se duplicó en el mundo entre 2000 y 2015, y el 60% va a la basura en menos de un año, según la ONU.
«(De) todos estos corporativos enormes sabemos la explotación humana que tienen, la contaminación, el ‘fast fashion’ hace que tu blusa (ropa) te dure tres meses y se rompa y que compres y compres», dijo Moro.
Las creadoras llamaron a las personas a no desechar su ropa solo porque pasó de moda, sino darle una segunda oportunidad mediante reparaciones o donándola a organizaciones que se dedican al reciclaje de textiles.