¿Qué pasa con las baterías cuando ya no funcionan?

Las pilas y baterías son componentes esenciales en nuestra vida diaria, aunque no lo parezca. Aparatos imprescindibles como nuestro dispositivo móvil dependen de una batería y sin esta, no podrían funcionar; desgraciadamente este tipo de artículos tiene un ciclo de vida y al finalizar el mismo, se convierten en un peligro para el medio ambiente.

Ambos productos contienen elementos bastante tóxicos al contacto de la tierra, agua o incluso la piel humana, estos tienden a atravesar el empaque de una pila al momento en el que dejan de funcionar y comúnmente terminan contaminando, más que otra cosa. Algunos de los componentes como alcalina, mercurio, óxido, plomo, litio, etc. resultan ser toda una amenaza cuando entran en contacto con algo fuera de la estructura, es por eso que debe tenerse un cuidado especial al momento de prescindir de ellas.

Su tiempo de biodegradación se calcula que es de mil años en promedio, convirtiéndose en algo prácticamente invencible ante la fuerza de la naturaleza. Según la ley, el gobierno y los productores de las mismas son los encargados en gestionar las baterías cuando ya no están en función pues están catalogadas como “residuos peligrosos de producción universal” y por lo tanto, se tienen que regular.

En 2010 entró una regulación en la que todas las pilas y baterías tenían que pasar por un proceso en el que se revise si los componentes son adecuados o no para su venta al público, pero desgraciadamente no ha sido así, es por eso que lo más recomendable es comprar pilas que estén garantizadas bajo los más estrictos estándares.

Hay empresas que tienen centros de recolección para que ellos mismos puedan gestionar las pilas que ya no tienen un segundo uso. Dentro de estos hay contenedores 1100 de gran tamaño para que poco a poco vayan llenándose y así hacer su transportación mucho más fácil. También existen instituciones como escuelas, oficinas, consultorios, etc. que instalan contenedores especiales (como los de Econtenedores) para que las personas que no saben a dónde llevar este tipo de productos, los depositen ahí y luego se trasladen a un lugar pertinente.

Afortunadamente, hay componentes o materiales en las pilas y baterías que aún pueden rescatarse y tener un uso, es por eso que la recolección es lo más lógico y confiable. Por nada del mundo las deseches con la demás basura ya que, como se mencionó antes, pueden llegar a contaminar grandes cantidades de agua y terrenos al esparcir los elementos tóxicos.

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